El Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia expone la muestra del fotógrafo e historiador valenciano que estará abierta al público hasta finales de mayo, con entrada gratuita, en la sala de exposiciones del centro.

Aun­que la escu­sa fue el déci­mo ani­ver­sa­rio de la amplia­ción dise­ña­da por Rafael Moneo para el Museo del Pra­do, el gran museo nacio­nal, lo bien cier­to es que el his­to­ria­dor –de la arqui­tec­tu­ra pre­ci­sa­men­te– y fotó­gra­fo Joa­quín Bér­chez fue mucho más allá de la tarea que se le enco­men­dó, la de tra­ba­jar con esa su bina­ria mira­da en el espa­cio de Moneo, un edi­fi­cio con­ti­guo más que una amplia­ción del his­tó­ri­co y neo­clá­si­co museo obra de otro gran arqui­tec­to, Juan de Villa­nue­va.

Nació así la mues­tra titu­la­da “Por el Pra­do de Moneo” que se mos­tró en su día en el mis­mo museo que le da nom­bre y que aho­ra, con buen tino cul­tu­ral, reca­la en la peque­ña pero vis­to­sa sala del Cole­gio de Arqui­tec­tos de Valen­cia. De este modo, se pue­de dis­fru­tar en vivo, al fin, de uno de los mejo­res tra­ba­jos lle­va­dos a cabo por Bér­chez, cuya mira­da, resul­ta­ba obvio que así fue­ra, se alar­gó mucho más allá de Moneo para tras­cen­der sobre la pode­ro­sa pre­sen­cia de todo el con­jun­to en la colum­na ver­te­bral del urba­nis­mo madri­le­ño.

Vemos en las foto­gra­fías de Joa­quín Bér­chez “pecu­lia­res ambien­tes e iné­di­tos frag­men­tos o regis­tros lumí­ni­cos”. A caba­llo entre la narra­ción y la obser­va­ción como resul­ta carac­te­rís­ti­co en este artis­ta con gran capa­ci­dad didac­ta que es Bér­chez. Un exi­gen­te diá­lo­go visual, en defi­ni­ti­va, que como el pro­pio fotó­gra­fo e his­to­ria­dor sub­ra­ya es “refle­jo a su vez del que Moneo ha enta­bla­do des­de una arqui­tec­tu­ra com­pro­me­ti­da y rigu­ro­sa con el excep­cio­nal edi­fi­cio neo­clá­si­co de Villa­nue­va”.

Mira­das gene­ra­les pode­ro­sí­si­mas a ojo de pája­ro con­vi­ven con frag­men­tos com­po­si­ti­vos en ladri­llo, pie­dra, már­mol, estu­co, made­ra, bron­ce o cris­tal. Bér­chez nos intro­du­ce en la sala de las Musas, la cuña obli­cua o gran ves­tí­bu­lo y el nue­vo claus­tro de los Jeró­ni­mos. “Sur­gen en estas foto­gra­fías insó­li­tas –seña­la la nota de pren­sa que a buen segu­ro ha redac­ta­do con pri­mor el pro­pio artis­ta– actua­li­za­cio­nes del bel com­pos­to en el encua­dre de las dio­sas del hemi­ci­clo, som­bras arro­ja­das, cali­gra­fías en gra­ni­to, el deta­lle y la pano­rá­mi­ca, en el pasea­de­ro inter­me­dio, todo nos recuer­da que el cons­truir es dis­cu­rrir; y en el claus­tro de los Jeró­ni­mos aflo­ran hip­nó­ti­cas geo­me­trías de luces y penum­bras o impre­vis­tos aca­sos com­po­si­ti­vo, lo cual sir­ve al fotó­gra­fo para explo­rar aris­tas fuga­das en ladri­llo que con el bron­ce leño­so de Cris­ti­na Igle­sias hace de la inac­tual caba­ña pri­mi­ti­va mito con­tem­po­rá­neo. En este arries­ga­do jue­go de encua­dres, la refle­xi­va labor de la foto­gra­fía se cons­ti­tu­ye en cabal recor­da­to­rio de cuán­to la dis­ci­pli­na arqui­tec­tó­ni­ca, de Juan de Villa­nue­va a Rafael Moneo, es par­te con­sus­tan­cial e irre­nun­cia­ble del pro­pio Museo del Pra­do”.

La expo­si­ción esta­rá abier­ta al públi­co has­ta fina­les de mayo, con entra­da gra­tui­ta, en la sala de expo­si­cio­nes del Cole­gio Terri­to­rial de Arqui­tec­tos de Valen­cia (Calle Her­nán Cor­tés, 6).

Joa­quín Bér­chez (1950, resi­de en Valen­cia)

Fotó­gra­fo e his­to­ria­dor de la Arqui­tec­tu­ra, cate­drá­ti­co de His­to­ria del Arte de la Uni­ver­si­dad de Valen­cia (1992–2010) y aca­dé­mi­co de la de San Car­los de Valen­cia. Como ha resal­ta­do el escri­tor Jai­me Siles, nos encon­tra­mos en Bér­chez ante “un his­to­ria­dor del arte dobla­do de fotó­gra­fo y a un fotó­gra­fo dobla­do de his­to­ria­dor”. Su obra foto­grá­fi­ca ha sido expues­ta en nume­ro­sas ciu­da­des espa­ño­las (Valen­cia, Mur­cia, Sala­man­ca, Gra­na­da, Bar­ce­lo­na, Sevi­lla, Tole­do, Teruel, Jaén, Madrid o Mála­ga), y en diver­sas salas inter­na­cio­na­les (de Nue­va York, Méxi­co, Vicen­za, Paler­mo, Roma o Lis­boa).

Ha comi­sa­ria­do expo­si­cio­nes foto­grá­fi­cas como Ate­so­rar Espa­ña. Fon­dos foto­grá­fi­cos de la His­pa­nic Society of Ame­ri­ca, para el Cen­tro Cul­tu­ral Ban­ca­ja. Su obra foto­grá­fi­ca está reco­gi­da en diver­sas revis­tas inter­na­cio­na­les como FMR (Fran­co María Ric­ci), Anna­li di archi­tet­tu­ra, AV Pro­yec­to, Arqui­tec­tu­ra Viva o Meta­lo­cus.

Ha publi­ca­do diver­sos libros y mono­gra­fías, entre otros Arqui­tec­tu­ra, pla­cer de la mira­da, Al com­pás del obje­ti­vo, el impre­sio­nan­te Gozar en toda su her­mo­su­ra en torno a la cate­dral de Jaén, o los dedi­ca­dos a la Seo de Xàti­va, a la eta­pa mexi­ca­na de Tol­sá o el que reali­zó al ali­món con el his­to­ria­dor Ruiz-Domé­­nec Por la his­to­ria de Espa­ña, don­de en uno de sus capí­tu­los, pre­ci­sa­men­te, la mira­da de Madrid se cen­tra en el Pra­do de Villa­nue­va como ima­gen sin­gu­lar y enal­te­ce­do­ra de la capi­tal espa­ño­la. Un libro, este últi­mo, edi­ta­do por la anti­gua obra cul­tu­ral de Ban­ca­ja, enti­dad que en su día per­dió la opor­tu­ni­dad de sobre­sa­lir con la obra del pro­pio Bér­chez, aho­ra recu­pe­ra­do feliz­men­te por los arqui­tec­tos valen­cia­nos.

Puer­ta leño­sa en bron­ce (frag­men­to) de Cris­ti­na Igle­sias; al fon­do el muro lla­ga­do de ladri­llo aplan­ti­lla­do y la logia de pila­res áti­cos del edi­fi­cio de Moneo. Foto­gra­fía de Joa­quín Bér­chez
El Cole­gio Terri­to­rial de Arqui­tec­tos de Valen­cia expo­ne la mues­tra del fotó­gra­fo valen­ciano que esta­rá abier­ta al públi­co has­ta fina­les de mayo, con entra­da gra­tui­ta, en la sala de expo­si­cio­nes del cen­tro. Foto: J.R. Pei­ró 
Vis­ta de la expo­si­ción de Bér­chez en el Cole­gio de Arqui­tec­tos. Foto: J.R. Pei­ró
La foto­gra­fía de Bér­chez cap­ta la sala de res­tau­ra­ción del Pra­do. Foto: J.R. Pei­ró
El Pra­do y los Jeró­ni­mos, vis­ta aérea. Foto­gra­fía: Joa­quín Bér­chez

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